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miércoles, 26 de octubre de 2011

lunes, 24 de octubre de 2011

¡Pásenle a la segunda temporada de Nuestra Habitación!

Y bien,después de dos semanas de descanso empezamos la segunda temporada de Nuestra Habitación con algo de seriedad pues después de las decisiones tomadas el pasado 28 de septiembre decidimos que nuestro tema sería el del Aborto.

En Nuestra Habitación sentimos que es necesario hablar de la despenalización del aborto en México pues la calidad de vida de las mujeres de nuestro país depende de ella. Esto no quiere decir que entonces las mujeres deban hacerse abortos de la misma manera que se hacen pedicures sino que el acceso al procedimiento sea legal, libre de juicios morales y criminalización.



Los invitamos a formar parte del diálogo este lunes 24 de octubre a las 4pm por CódigoDF.

miércoles, 6 de julio de 2011

Literatura de la Imaginación ¿un escape?


Aquí, una nota sobre una plática que dieron hace unos meses, en el Palacio de Bellas Artes de la ciudad de México, tres escritoras fantásticas (en más de un sentido) al respecto de sus posibilidades creativas que ofrece y de las salidas que ofrece en nuestra vida cotidiana.

Karen Chacek, Gabriela Damián (una de nuestras habitantes) y Magali Velasco, compartieron diversas reflexiones sobre la necesidad de seguir rompiendo límites y explorando más allá de nuestros referentes.

No les decimos más, pasen y lean el reporte de tan encantador evento.

lunes, 9 de mayo de 2011

Sobre Una habitación propia, de Virginia Woolf. Por Gabriela Damián.



Imaginemos por un momento, con los ojos cerrados, que eres muy curiosa, te gusta aprender. Los libros te resultan buena compañía y además, te resuelven importantes dudas. Hoy tienes una de esas grandes preguntas que, sabes, sólo un buen libro puede ayudarte a responder. Caminas decidida hacia la biblioteca, abres la puerta y antes de que puedas dar un paso dentro, un señor te impide entrar. Te dice que las mujeres no tienen permitido entrar a la biblioteca si no vienen acompañadas de un caballero o llevan una carta de presentación. No tienes a la mano ni caballero ni carta, así que das la media vuelta. Tendrás que resolver el enigma en otra parte. Eres mujer, estás en Inglaterra a principios del siglo XX, y aún hay muchas cosas que no se te permiten hacer.

    No podemos asegurarlo, pero esta escena quizá tuvo como protagonista a Virginia Woolf, una de las escritoras más importantes de la literatura universal. La describe en Una habitación propia, brillante y divertido ensayo acerca de la condición intelectual de las mujeres en su época.  Este libro es el resultado de dos acontecimientos puntuales en la vida de Virginia Woolf: el primero, la polémica que mantuvo con Affable Hawk, uno de sus amigos del grupo Bloomsbury, quien reprodujo en uno de sus ensayos esta frase de Arnold Bennet: “Si bien es verdad que un pequeño porcentaje de las mujeres son inteligentes como los hombres, en conjunto, la inteligencia es una especialidad masculina. No hay duda de que algunas mujeres son geniales, pero la suya es una genialidad inferior a la de Shakespeare, Newton, Miguel Ángel, Beethoven, Tolstoi. Además, la capacidad intelectual mediana de las mujeres parece muy inferior.” La respuesta de Virginia fue inmediata, pero se concretaría un par de años después, cuando la Universidad de Cambridge la invitó a dar un par de conferencias en octubre de 1928. ¿El tema? Las mujeres y la novela.

    Virginia Woolf se dedicó entonces a analizar la situación de las mujeres en la Historia. Concluye que es la falta de independencia económica y personal la que ocasiona que haya menos mujeres que hombres exitosos en el quehacer artístico, por lo que es necesario procurar una sociedad que sea capaz de ofrecerles las condiciones necesarias para que puedan hacerse de “una habitación propia y 500 libras al año”.

Sin embargo, la independencia económica y personal no son deseables sólo para las mujeres que desean construir su vida a partir del quehacer artístico. La vida es un acto de creación y reinvención constantes, por lo que todas las personas necesitamos ese espacio propio y esas necesidades cubiertas para poder tener la vida que queremos: digna y libre. Por esa razón esta obra resultó fundamental para la reflexión en torno a la construcción de una mejor posibilidad de existencia para las mujeres. Creemos que hoy, a pesar de que han pasado ya casi 100 años de su publicación, sigue siendo necesario compartir la “buena nueva” que nos regaló Virginia. Porque, como dice Henrik Johan Ibsen, “Nuestra sociedad es masculina, y hasta que no entre en ella la mujer no será humana”.